Platero y Juan Ramón; una bella mariposa de tres colores


Autor: David Blanco

Los dioses no tuvieron más sustancia que la que tengo yo. Yo tengo, como ellos, la sustancia de todo lo vivido y de todo lo por vivir. Juan Ramón Jiménez. Espacio – Fragmento 1

 

En este interesante trabajo de ficción emitido en Televisión Española,  se entrevista a un Agustín González que interpreta de forma interesante  a Juan Ramón Jiménez tras la concesión del Premio Nobel. Por aquel entonces nuestro emigrado autor ya estaba viviendo y dando clases en la Universidad de Puerto Rico (siendo originario de Moguer, en la bella Huelva).

En principio el premio reconoce toda una trayectoria profesional, pero parece ser que peso principalmente el extraordinario trabajo realizado en el libro «Platero y Yo». Fue el primer libro que leí de niño y de ahí devino el germen de lo que sería mi interés en la poesía. Creo que los versos de este poeta lírico quedaron de alguna forma amalgamados en mi inconsciente, el amor por la poesía, al igual que el amor por la vida, no es algo que resulte de inmediato sino que ha de poder sufrirse.

De su biografía rescato algunos puntos de interés:

  •  Emigra de España en el año 1936.
  •  Tuvo una notable influencia en poetas de la generación del 27.
  •  Al menos hay dos puntos de inflexión bien diferenciados en su gens poética.
  •  En su carácter titilaba débil pero firme una cierta tendencia a la depresión.
  •  No fue a recoger el Premio Nobel. Dos días después de su concesión fallece su mujer Zenobia, punto de no retorno en su tambaleante cimentación emocional.
  • Tenía en mente escribir una segunda parte de Platero y un poemario de título «Tiempo», complemento del sí publicado «Espacio».

Escribo estas letras mientas escucho de viva voz a Juan Ramón en el CD de Visor «Juan Ramón Jiménez. Antología Personal».

Remato la faena con este bello extracto de Platero, donde se narra su muerte, puede que la esencia de todas las muertes donde en el fondo lo que se encierra es una transmutación mal entendida, pero de cualquier manera bella / hermosa:

 

Encontré a Platero echado en su cama de paja, blandos los ojos y tristes. Fuí a él, lo acaricié hablándole, y quise que se levantara…

El pobre se removió todo bruscamente, y dejó una mano arrodillada… No podía… Entonces le tendí su mano en el suelo, lo acaricié de nuevo con ternura, y mandé venir a su médico.

El viejo Darbón, así que lo hubo visto, sumió la enorme boca desdentada hasta la nuca y meció sobre el pecho la cabeza congestionada, igual que un péndulo.

—Nada bueno, ¿eh?

No sé qué contestó… Que el infeliz se iba… Nada… Que un dolor… Que no sé qué raíz mala… La tierra, entre la yerba…

A mediodía, Platero estaba muerto. La barriguilla de algodón se le había hinchado como el mundo, y sus patas, rígidas y descoloridas, se elevaban al cielo. Parecía su pelo rizoso ese pelo de estopa apolillada de las muñecas viejas, que se cae, al pasarle la mano, en una polvorienta tristeza…

Por la cuadra en silencio, encendiéndose cada vez que pasaba por el rayo de sol de la ventanilla, revolaba una bella mariposa de tres colores..

…así como en la poesía, que es la esencia escrita de la misma vida…

 

…pasan vientos como pájaros, pájaros igual que flores, flores soles y lunas, lunas soles como yo, como almas, como cuerpos, cuerpos como la muerte y la resurrección, como dioses. Juan Ramón Jiménez. Espacio – Fragmento 1

 

Enlace a la entrevista ficcionada:

http://www.rtve.es/alacarta/videos/los-libros-ficcion/libros-platero-yo-juan-ramon-jimenez/3735198/

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